viernes, 15 de febrero de 2013

Para pegarse un tiro

62 horas me ha llevado terminarme el Persona 3. Creo que es el juego de rol que más horas he tenido que invertir para finalizarlo, y eso que he obviado las posibilidades del New Game +.

Esta inmensa duración es alabada por la crítica, que menciona siempre en los análisis de los distintos Persona la ingente cantidad de horas que requiere el modo historia. Sin embargo, no comparto esta opinión. Considero que, al igual que ocurre con otros medios como la lectura, el cine o el teatro, una elevada duración no tiene por qué ser algo positivo.

Coste de oportunidad

La reciente salida en PS Vita de Persona 4, el juego con mejores críticas que ha recibido la consola en su momento (similares al que obtuvo en su momento cuando salió para PS2), ha vuelto a poner de manifiesto que la crítica especializada sigue teniendo como público objetivo el sector infantil / juvenil. Sólo así se explica que se valore tanto que el Persona 4 tenga una historia con una duración que pueda fácilmente llegar a las 80 horas. ¿Y el coste de oportunidad de estar 80 horas jugando a un videojuego? ¿Por qué eso no se valora? 80 horas dan para hacer muchísimas cosas. Si las dedico a un juego, más le vale que merezcan la pena, y en el caso de Persona 3, tengo serias dudas sobre esto.

El juego tiene momento geniales y aporta dinámicas de juego innovadoras dentro de un tipo de juegos tan trillado como el de los JRPG, pero al tener una duración tan elevada se observan grandes altibajos en su desarrollo.

Hasta más o menos a partir del tercer boss el juego es una verdadera genialidad, con unos personajes muy interesantes y un desarrollo que engancha desde el primer momento. Pero una vez ha enseñado sus cartas, empieza a ser repetitivo y a utilizar viejas fórmulas para alargar de forma innecesaria la vida del juego. Basta con decir que, si durante el primer tercio del juego el equipo con el que se entra en combate son unos estudiantes de secundaria, se puede llegar a combatir  con un equipo compuesto por un niño, un robot y un perro. No recordaba una formación tan absurda desde el Final Fantasy VII... Quizás en Atlus pensaron que para el público objetivo poner a un profesor en vez de a un perro como compañero de aventuras para salvar el mundo sería considera una aberración mucho mayor...

Enséñame a combatir

El que la historia no dé para tantas horas no ha sido lo que menos me ha gustado del juego. Lo peor ha sido el combate.

Persona 3 resulta un buen punto de inicio para aquellos a los que les gusten los juegos de rol y no hayan probado nunca un juego de Atlus, ya que la dificultad no es tan elevada como en otros juegos de la compañía, mucho más orientados al nicho de los gamer expertos en JRPGs. Pero es precisamente esta menor dificultad, unida a la gran cantidad de horas de combate que hay, lo que determine que el juego termine teniendo unos combates un tanto aburridos.

Si la proporción de horas entre combates y otras actividades hubiese sido distinta, pues ni tan mal. Pero es que en Persona 3 hay muchos combates que superar, y una vez entendidos los mecanismos del juego el combate no da para tanto. Se supone que un juego de rol te tiene que ir enseñando poco a poco las distintas mecánicas de combate, para una vez dominadas por el jugador, plantear distintos retos de creciente dificultad. Una vez superados, el juego debe terminar. Alargarlo resulta del todo innecesario ya que no queda nada que enseñarle al jugador.

El uso de skills desbloqueables mediante el reparto de puntos de habilidad permite aumentar la duración de los juegos de rol porque aporta mucho dinamismo y distintas variantes tácticas con las que plantear un mismo combate. Es precisamente este el gran punto fuerte de los Etrian Oddiyssey.

En Persona 3 los skills desbloqueables mediante la adquisición de demonios son elevados, pero no así tanto la variedad de enfrentamientos como para justificar tantas horas de combate. Especialmente el segundo tercio del juego, antes de los combates finales, no aporta gran cosa. Se nos enseñan las habilidades de los nuevos miembros del equipo pero desde entonces y hasta los combates finales pasan entre 20 y 30 horas de juego en los que los combates no requieren una mayor planificación.

Quizás el error ha sido mío por no haber empezado a jugar en modo difícil, pero me sorprendería mucho que este modo de juego tuviese una mayor originalidad en los combates y no se basase únicamente en variar la estadísticas de los enemigos.

No quiero seguir criticando a Persona 3. Es un buen juego. Un muy buen juego. Pero me ha quitado demasiado tiempo para lo que me ha ofrecido a cambio.

Espero que poco a poco se vayan imponiendo cada vez más los juegos que tengan una duración justa y acorde a su contenido, y que la crítica también lo valore de esta forma.
Y mi pregunta ahora es: ¿qué hago con el Persona 4? El tiempo y el número de novedades para PS Vita durante el 2013 decidirán...




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