Alguien debió de decirle a la gente de Atlus que los Etrian Oddysey no eran tan difíciles. Ni tampoco los Shin Megami Tensei. Todo era cuestión de echarle horas y hacer suficiente levelling. Me imagino la cara de cabreo de la gente de la compañía y cómo sus retorcidas mentes empezaron a diseñar su venganza contra estos roleros “listillos”.
El resultado de esa venganza fue la publicación de The Dark Spire, un juego absolutamente de nicho, desarrollado por la compañía Success y presentado como un remake de los clásicos de rol de los años 80.
He de decir que una vez di por imposible este juego. Le dediqué unas 15 horas, y su dificultad me pareció tan elevada que lo dejé aparcado. Fue hace algún tiempo cuando me volvió a picar la curiosidad y, he de reconocerlo, también el orgullo y decidí darle una segunda oportunidad.