martes, 19 de junio de 2012

Malditos bastardos

¡Kairosoft, te odio!

Cuantas veces habré pensado esas palabras cada vez que me meto en la cama. ¡Esta empresa va a hacer que me quede sin pareja y sin vida social! Tantas veces me he ido a la cama pensando "Mierda, se me ha pasado el rato que tenía de tiempo libre jugando"... No es que no me haya pasado con otros juegos, pero nunca me había pasado con TODOS los de una misma compañía.

¿Qué tiene Kairosoft para engancharme de esta manera? ¿Qué receta aplica a sus juegos para que todos ellos están siempre bien valorados por crítica y jugadores?

Lo cierto es que su receta no es tan secreta como la de Coca Cola. Sólo hay que probar uno de sus juegos para ver qué ofrece.





Adicción

Da la impresión de que Kairosoft ha encontrado su gallina de los huevos de oro. Sus mecánicas se repiten a lo largo de sus distintos productos y, lejos de ser un problema, se han convertido en el buque insignia de la compañía. Ya no necesito esperar a la review de The Touch Arcade para hacerme una idea de lo que me voy a encontrar. Ya lo sé de antemano. Simplemente descargo el juego y lo disfruto.

Centros comerciales, equipos de fútbol, escuelas, empresas de baños termales o de videojuegos; no importa la temática, en el fondo me ofrecen la misma droga que acepto una y otra vez sin pensarlo dos veces.

Sus juegos no son para todas las personas. Se dirigen a un nicho determinado, igual que los matamarcianos (perdón, shmups) o los juegos de lucha tienen su propio grupo de acérrimos jugadores. Eso sí, encontrado el nicho, encontradas las ventas necesarias para subsistir (¿verdad, Cave?).

¿Y en qué nicho se enmarcan los juegos de Kairosoft? Ellos mismos lo llaman RPG Town-Building Sim. Yo lo traduciría como juegos para estrategas curiosos.





¡5 minutos más!

Todos y cada uno de los juegos de Kairosoft tienen continuas novedades que ofrecer. No se necesita ser un jugador muy habilidoso para cada 10 o 15 minutos ser recompensado con un nuevo edificio, un nuevo personaje o algún otro premio. Claro, las novedades hay que probarlas y eso hace que te quedes jugando otros minutos más para ver cómo funciona. Y cuando ya la has visto y te has quedado satisfecho... ¡otra más! Esto te lleva a estar continuamente engañándote a ti mismo pensando "venga, un poco más y lo dejo".


Es un mecanismo de juego muy bueno y que, aunque parece sencillo, resulta difícil de implementar de forma tan exitosa. La compañía ha utilizado diversas fórmulas para conseguir que sus continuas sorpresas te mantengan pegado a la pantalla del móvil.

Por un lado está el ritmo tan elevado que confiere a sus juegos. Continuamente hay elementos que revisar, novedades que probar y decisiones que tomar. De hecho, en aquellos juegos en los que se ha experimentado con otras fórmulas en las que el ritmo se ve interrumpido, como el visionado de carreras en Grand Prix Story, los resultados no alcancen las altísimas cotas de adicción de otros juegos de la compañía.

Por otro lado está la desinformación casi total que tiene el jugador. La manera correcta de hacer las cosas sólo se descubre mediante la práctica. Esto, teniendo en cuenta la gran variedad de posibilidades que tiene cada juego, hace de la experimentación algo muy divertido.

Además de esto, todos sus juegos destilan un gran sentido del humor, con momentos verdaderamente desternillantes y continuos guiños a sus fans, como la reutilización de algunos de los personajes más complicados de conseguir.



 

Generalmente en la primera partida de cualquiera de sus juegos se descubre cómo funcionan las principales mecánicas, las posibilidades que ofrece y algunos cursos de acción que funcionan correctamente. Es en la segunda partida cuando uno se pone como objetivo desentrañar todos los secretos del juego y llegar al final del mismo. Para ello Kairosoft suele ofrecer alguna "ventajas" en la segunda partida tales como tener desde un comienzo desbloqueados algunos de los secretos descubiertos en la partida anterior u ofrecer desde el principio alguna herramienta que antes no se poseía y que permite jugar de una forma ligeramente distinta. Estas regalos en ocasiones han echado a perder la rejugabilidad al disminuir en exceso la dificultad del juego (el más claro ejemplo es el de Pocket League Story), pero en otras ocasiones han sido un gran aliciente para volver a disfrutarlo (un claro ejemplo es el arma capturadora de alienígenas de Epic Astro Story).

Los juegos que desarrolla se pueden dividir entre aquellos con un mayor componente de simulación de desarrollo de ciudades (como Oh! Edo Towns o Venture Towns) con aquellos en los que la frontera entre la simulación y la estrategia con componentes roleros se encuentra más diluida (vease Dungeon Village). Las distintas temáticas que van ofreciendo hace que los fans no duden en comprar sus novedades pese a las repetidas mecánicas y a los escasos dos meses que pasan entre una publicación y la siguiente (para aquellos que aún no han probado ningún título de esta compañía, aconsejo empezar por Game Dev Story, para mí un clásico de esta generación).

Sé que no son juegos perfectos. Los gráficos son muy sencillos y se reutilizan entre los distintos títulos (ya son casi una señal de identidad de la compañía) y el sonido es bastante pobre. Pese a ello, son títulos muy recomendados. Altísimamente adictivos y con unas mecánicas a priori simples pero en el fondo complejas y bien desarrolladas.

Eso sí, si eres una persona curiosa o impaciente, que no puede contenerse sin saber qué ocurrirá a continuación en un libro, película o juego, mejor que te pongas una alarma y te conciencies a dejar de jugar cuando suene. De lo contrario, la batería de tu móvil será lo único que impida que continúes.

Así son los juegos de esta compañía. Así de geniales. Así de odiosos.



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